El inesperado efecto de la gamificación en el voluntariado

El autor de este artículo es uno de los fundadores del blog Ministry Accelerator, una plataforma colaborativa para dar soluciones a problemas comunitarios de congregaciones cristianas en su país. Destaca por apoyar al desarrollo de herramientas y habilidades en liderazgo. Coordinan grupos de voluntariado que entrenan diferentes equipos de niños y niñas

El inesperado efecto de la gamificación en el voluntariado

 

“Recientemente, ayudé a mi esposa Sharla a integrar algo de gamificación en sus equipos. No fue nada extravagante. Dividimos a los niños en equipos de edades mixtas (ella coordina un grupo muy grande de chavales para entrenamientos de carreras de 5 km). Luego asignamos algunas puntuaciones según la participación y el compromiso de cada uno en el equipo y el entrenamiento. Aparte de eso, ejecuté el programa de entrenamiento como siempre lo hago.
Los niños se comportaron como se esperaba. Esto no es una sorpresa. Hay mucha investigación sobre la motivación intrínseca de la gamificación en las personas. La sorpresa vino cuando vi a los voluntarios involucrarse. Aquí hay algunos consejos.
Fue como un entrenamiento instantáneo
No di una charla previa al servicio a los voluntarios. Cuando nos reunimos antes de realizar la tarea fue para orar. Sharla hizo una pequeña intervención sobre la visión general que teníamos, pero no hablamos sobre el cambio que íbamos a introducir. Los voluntarios escucharon la misma información que los niños.
Instintivamente alentaron la participación. Los voluntarios ayudaron a los niños que tenían problemas para comprometerse, y se esforzaron ellos mismos. No necesitaban mi dirección. Una vez que entendieron el objetivo, supieron cómo ayudar a los niños a lograrlo.


No pidieron ayuda
Antes de la gamificación era necesario que me pasease por los diferentes espacios en los que estaban los grupos para ayudar a los líderes voluntarios con problemas de disciplina. Solían buscarme para que diese una charla a los chicos sobre cómo comportarse. No tenían muchas herramientas para  construir relaciones grupales y enseñarles así mediante la acción.
Sin embargo, con la capacidad de dar o quitar puntos como lo deseen, los voluntarios no necesitaron ayuda ni charlas. Se conectaron y enseñaron. Fue grandioso verlo.


Fue una inyección de energía
Los voluntarios se metieron en el nuevo estilo de servicio casi tanto como los niños. Inspiró energía en todo lo que hicieron ese día. Después, los voluntarios se acercaron a Sharla y le dijeron cuánto les gustaba el nuevo formato.
Este tipo de energía puede conducir a la retención del voluntariado y al crecimiento de la entidad. Piénsalo: si a los voluntarios les gusta, regresarán. Si les gusta aún más, traerán amigos y lo expandirán. Esa energía vino sin una gran visión: lanzar y empujar.


Se conectaron mejor con los niños
Los voluntarios dieron vueltas con sus grupos de entrenamiento formando grupos más grandes. Incluso en el pequeño grupo vi una mejor interacción entre los participantes. No estoy seguro de qué papel jugó la gamificación aquí. Mi suposición es que tener un objetivo común llevó a más camaradería.

Esas son algunas observaciones de cómo la gamificación mejoró la experiencia y el compromiso de niños y voluntarios. ¿Has probado la gamificación en tu tarea voluntaria?”